“Nada vale la pena, si no estamos junto al Señor”
María, tu Madre, te llevará al Amor de Jesús. Y ahí estarás «cum gaudio et pace», con alegría y paz, siempre "llevado" –porque solo te caerías y te llenarías de fango–, camino adelante, para creer, para amar y para sufrir. (Forja, 677)
María y José anduvieron la jornada entera, preguntando a los parientes y conocidos. Pero, como no lo hallasen, volvieron a Jerusalén en su busca (Lc II, 44–45.). La Madre de Dios, que buscó afanosamente a su hijo, perdido sin culpa de Ella, que experimentó la mayor alegría al encontrarle, nos ayudará a desandar lo andado, a rectificar lo que sea preciso cuando por nuestras ligerezas o pecados no acertemos a …